jueves, 28 de septiembre de 2017

El cambio desde la mística parte 2

"La transformación no es dulce y brillante, es un empujón oscuro y turbio, doloroso.
Un desenlace de las falsedades que ha llevado en su cuerpo. Una práctica en el enfrentamiento de sus propios demonios creados. Un desarraigo completo antes de transformarse.
Victoria Erickson.

ANTES DE QUERER CAMBIAR, LAS PREGUNTAS A CONTESTAR SERÍAN:

¿Qué es lo que se deseo cambiar?

¿Para qué se desea cambiar?

¿El cambio que quiero hacer es producto de la codicia, del ego, del miedo, de no agradecer lo que hoy disfruto?

¿El cambio me llevará a encontrar mi luz a iluminarme, a hermanarme con todo?

¿Este cambio que quiero hacer me ayuda a aceptar y trascender mi oscuridad?

¿Este cambio viene de la comprensión y compasión de mi mismo?

Antes de realizar el cambio, ¿Estoy consciente de que será incomodo, que habrá quien se oponga y/o me critique, que quizá provoque burlas y tenga que empezar de cero?

Contestar las preguntas nos lleva a comprender si el cambio que deseamos hacer será realmente de bienestar o bien si es sólo producto de el ego, el miedo y las falsas ilusiones.

Cuando los cambios son producto del ego, el miedo, la codicia, la ilusión falsa por no disfrutar y agradecer lo que en el momento presente podemos disfrutar, entonces, aun que hiciéramos los cambios, no seremos plenos, felices, con bienestar y por lo tanto no sería el cambio lo que deberíamos hacer. Más bien deberíamos comenzar por agradecer, por valorar nuestra vida, nuestras relaciones, el bienestar con el que contamos, en vez de ver lo que nos hace falta, nos da miedo o deseamos.

Si el cambio o cambios que deseamos hacer son para mejorar algo en nosotros mismos, para nuestra evolución espiritual, para elevar nuestra vibración y paz, entonces estamos tomando los caminos correctos, aun que dichos caminos sean incómodos, dolorosos y requieran de un temple y una mente fuertes, para soportarlos.

También debemos tomar en cuenta que existen cambios que van más allá de nuestras propias expectativas y decisiones, como los que vienen con la muerte, los desastres naturales, el crecimiento de los hijos y familiares, los concernientes a la pareja, la culminación de ciclos y etapas, los viajes o ubicaciones diferentes de lugar de vivienda o trabajo, entre muchos otros cambios externos a uno mismo.

Debemos tomar en cuenta que ante todo cambio, ya sea elegido o no por uno mismo, siempre habrá incertidumbre e incomodidad, sin embargo, debemos saber que ante todo cambio, siempre existe la oportunidad de crear una situación mejor para uno mismo, para los que nos rodean y para el mundo en el que estamos inmersos; que siempre tenemos la elección de convertir ese cambio en algo benéfico.

Cuando surge un cambio, la actitud debería ser de agradecer, de serenidad y paz, pues a raíz de ello, podemos ver más claramente quienes somos sin juzgarnos, sin recriminarnos, más bien comprendiéndonos, observándonos, ¿en donde estamos parados?, observar sin juicio las decisiones que hemos venido tomando, las actitudes, hechos y formas que nos han llevado al lugar en el que estamos, lo que debemos hacer para elevar nuestra vibración y comenzar a iluminarnos, a crear paz y bienestar en nuestra vida, lo que debemos hacer con respecto a nuestra contribución en el mundo que nos rodea, el nivel de adaptación que cultivamos, los puntos que debemos reforzar en nuestra persona para que el cambio sea de beneficio para nuestra alma, para las almas que nos rodean, para nuestro entorno y el nivel de vibración que emitimos. Ante un cambio siempre hay que agradecer por que es la oportunidad de aprender del gran MAESTRO llamado CAMBIO, que nos AYUDA A VER LA VERDAD en nuestra vida.

Respecto a el tema, el Maestro Khalil Gibran dice unas palabras que hablan de la muerte.

“Porque, ¿qué es morir sino erguirse desnudo?

Y, ¿qué es dejar de respirar, sino el liberar el aliento de sus inquietos vaivenes para que pueda elevarse y expandirse y, ya sin trabas, buscar a Dios?

Sólo cuando bebáis del río del silencio cantaréis de verdad.

Y, cuando hayáis alcanzado la cima de la montaña es cuando comenzaréis a ascender.

Y, cuando la tierra reclame vuestros miembros, es cuando bailaréis de verdad.”

Cuando un cambio se realiza en nuestra vida, lo inmediato a trabajar es el serenar nuestro ser por completo, serenar nuestra mente, nuestras emociones y nuestro ser físico, para elevar nuestra vibración y desde ese punto elevado, poder llegar a comprender la ruta y sentido del cambio o de lo que originó el cambio que se ha dado en nuestra vida, con el fin de generar algo totalmente fresco y renovado, una re-evolución real en nuestra propia vida.

El Maestro Krishnamurti nos habla acerca de los cambios y la serenidad, como podemos leer a continuación:

“La revolución sólo es posible ahora, no en el futuro; la regeneración ha de ser ahora no mañana. Si queréis experimentar lo que acabo de decir, veréis que se producirá una regeneración inmediata, una cualidad de algo nuevo , fresco; por que la mente siempre está serena cuando está interesada, cuando desea o tiene intención de comprender. La dificultad para la mayoría de nosotros está en que no tenemos intención de comprender, por que tenemos miedo de que, si comprendemos, podría producirse una acción revolucionaria en nuestra vida, y por eso nos resistimos”.

Cuando un cambio es elegido por nosotros, deberíamos evaluar antes de realizarlo, las consecuencias de la decisión y al realizarlo, inmediatamente después, alejarnos un poco de la sociedad que no comprendería el cambio, pues muchas de las veces la sociedad al no comprender el cambio, exige explicaciones, hace comentarios infundados y crea sus propias conclusiones de lo que debería ser, de lo que hubiera sido mejor o no, queriendo expresar así lo que creen es mejor para quien ha decidido hacer el cambio en su vida.

Es recomendable mantenerse lejos de las personas y del río de opiniones, comentarios y personas, incluso en algunos cambios es mejor hasta alejarse de esa sociedad por completo, lo cual también sería parte del cambio, para poder serenar nuestra mente, fortalecer nuestro carácter y más adelante enfrentar con una mente fuerte todo lo que conlleva el cambio; pues no solamente será la sociedad, si no que nosotros mismos, deberemos enfrentar las consecuencias de las decisiones que hemos tomado y para ilustrar esto encontramos una frase que dibuja perfectamente este sentir, en el libro Panchatantra, que es la más antigua de las colecciones de cuentos que se poseen de la literatura sánscrita y dice lo siguiente:

“Ante el peligro de perderlo todo, abandona el sabio la mitad y se arregla con la otra mitad, pues la pérdida de todo es difícil de soportar”.

En oriente el ideograma o escritura de crisis significa “peligro mortal” y “oportunidad única”, quizá podemos así ilustrar lo que un cambio radical significa en la vida.

También antes de realizar un cambio, deberíamos contar con técnicas que nos ayuden a serenar nuestro ser, a cultivar una mente fuerte y a mantenernos alegres.

Algunas técnicas para mantenernos alegres:

1.- Visualiza una cascada de alegría que te limpia, que fluye adentro de ti, alrededor de ti, observa como esa cascada es de colores hermosos e iridiscentes, que te baña y va sanando tu ser completamente, que va llenando y sanando tu vida, entonces recibe y acepta esa alegría, para que se instalé en todo momento en tu vida y en tu ser.

2.- Recibe los rayos del sol para que limpie tu energía y los cuerpos que forman tu ser completo.

3.- Permite que la energía del mar y el agua te limpien, te sanen y llenen de pureza tu ser.

Algunas técnicas para mantenernos serenos:

1.- Meditación.

2.- Meditación en Movimiento (Taichi).

3.- Realizar una actividad en la que nuestro ser entero se abstraiga (arte, trabajo, servicio, etc...).

4.- Trabajar con la tierra a través de sembrar o cultivar alguna planta o árbol.

5.- Bailar y/o tocar música.

6.- Realizar ejercicio que nos beneficie, sin entrar en competencias o en desajustar el cuerpo, como puede ser ha-ta yoga.

Algunas técnicas para mantenernos con mente fuerte:

1.- Alejarnos de las opiniones sociales.

2.- Fortalecer nuestra auto estima.

3.- Permitirnos ser.

4.- No juzgarnos.

5.- Aceptar la propia oscuridad para que brille nuestra luz.

6.- Conocernos.

7.- Escuchar lo que nuestro corazón nos dicta y a donde nos guía, para seguirlo.

Para concluir, lo primero es darse cuenta de lo que podemos cambiar, valorar a donde nos lleva ese cambio y realizarlo conscientemente, agradeciendo por la capacidad de darnos cuenta, así como la de serenarnos durante el proceso.

Felices cambios y hasta la próxima. Les comparto esta frase de mi autoría:

“Aprende del Maestro llamado CAMBIO, para observar la verdad”
.

Mireya Mya
Directora de Tao University
Profesora de Taichi
©Mireya Mya /28/Septiembre/2017
http://www.taouniversity.mx/

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