En ocasiones llegamos a descuidar ese lugar donde habita nuestra alma, esos descuidos se reflejan en comportamientos, hábitos y formas de pensar que no nos proporcionan bienestar, por ejemplo, el desorden en nuestro armario, en la cocina o en nuestro espacio de trabajo, y si vamos más allá, podemos decir que el hábito de culpabilizarnos, de castigarnos, de pensarnos poco valiosos; y si dejas que siga, se convierte en el conjunto de pensamientos que denotan tu estilo de vida y que perturba en ocasiones nuestra existencia.
Para lo cual te propondré 7 formas de atender tu casa mental, desde la perspectiva de modalidades de programación neurolingüística, con el único objetivo de vivir en un pleno bienestar emocional, físico y mental.
1. Respira consciente. - No hace falta controlar la respiración, solo que percibas la misma respiración tal como aparece, larga o corta, profunda o ligera, que sea natural y que te des cuenta de ella para poder llamarla consciente, y nos podamos conectar con nuestra casa mental.
2. Busca tu dialogo interior y piensa para ti una frase de poder, por ejemplo, “en este instante me siento maravillosa/o” “logro mis metas con facilidad”, “me permito experimentar el silencio y el amor”, “la vida me ama y fluyo fácilmente”.
3. Una vez que nuestro diálogo es de amor hacia nosotros, comenzamos el diálogo sobre nuestros sentidos, por ejemplo, veo productividad en mi vida, veo el logro de mis metas, veo justicia para mí, siento amor de mi familia, siento completamente un cambio en mis acciones, puedo oler mis objetivos, puedo oler mi confianza hacia la vida, escucho mis pensamientos más hermosos, escucho el contenido de lo importante, etc.
4. Hago una calibración de mi cuerpo para encontrar la congruencia entre los que veo, escucho, siento, huelo, para sentir mi cuerpo y sus reacciones ante el banquete que tiene mi casa mental, exploro sensaciones corporales que me indiquen esa congruencia.
5. Cada vez que estoy en mi casa mental, puedo controlarla, puedo decidir que esté limpia, ordenada y que me proporcione bienestar en mis 3 esferas (mental, física y psicológica). DANDOME CUENTA que lo que DECIDO pensar, es la base para lo que decido sentir.
6. Hay que empatar mis canales de convencimiento, el lenguaje de mi voz interior, con lo que siento, veo, escucho, siento, saboreo, para que mi casa mental donde está mi alma, viva en paz y tranquilidad, aunque el mundo se caiga.
7. Ver, escuchar, sentir, oler y saborear a mi cuerpo como el templo donde habito, para poder llevarlo hacia el cauce natural del movimiento, un cause que podemos potenciar a través del Tai Chi y la meditación.
Dalia G Balderas
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